Terras Gauda La mar Blanco

Añada 2020

El final del invierno propició una brotación temprana debido a las elevadas temperaturas máximas que tuvieron continuidad durante gran parte de la primavera, aunque con oscilaciones térmicas de hasta 20ºC. Las lluvias en verano fueron escasas y las temperaturas bastante bajas salvo dos golpes de calor muy intensos. El estrés sufrido por la planta se manifestó en un índice de fertilidad bajo, con escasos racimos y de peso reducido que supusieron una merma de la producción.

Aunque la brotación fue temprana, las condiciones climáticas del verano desembocaron en una vendimia que solo se adelantó 4 días respecto a lo habitual. Las propicias lluvias al inicio de la vendimia corrigieron en parte la deshidratación de la uva, proporcionándonos una correcta maduración de todas las variedades y unos vinos complejos y vivos.

REGIÓN DE PRODUCCIÓN : Rías Baixas – O Rosal – Galicia.

98% Caíño blanco, 2% Albariño y Loureiro.

Alcohol: 12,5% vol
Producción: 14.130 botellas

VITICULTURA

Partimos de una uva de escasa producción, la menos productiva de las variedades blancas gallegas. El Caíño blanco es de ciclo largo y maduración tardía, la última que se vendimia.

Es una variedad muy delicada y sensible a los hongos por lo que requiere intervenciones como deshojados o podas en verde para evitar enfermedades, minimizar el uso de tratamientos y conseguir buenas y equilibradas maduraciones.

VINIFICACIÓN

La uva Caíño con la que se elabora se macera en frío durante más tiempo para aprovechar su alto porcentaje de piel, favoreciendo así la extracción de sus sutiles aromas.

Tras la fermentación alcohólica, se mantiene el vino en contacto con sus lías durante algo menos de dos meses. Seguidamente descansa a baja temperatura al menos otros seis meses hasta llevarlo a la botella donde termina de afinarse durante un tranquilo reposo de al menos un año.

Temperatura óptima de consumo: entre los 10ºC y 12ºC.

MARIDAJE

Se ensambla a la perfección con pescados y mariscos gracias a su buena acidez, pero el abanico de maridajes se amplía gracias a su poderoso cuerpo y volumen, pudiendo combinarse con guisos o carnes al horno sin descartar platos especiados o ligeramente picantes.